24 años después de haberse aprobado la traza de Colonia Sastre, su plaza central recibió nombre por primera vez. Pudo ser Belgrano, Mitre o Centenario, pero la votación soberana y el destino quisieron que sea “Independencia”. Y así fue que desde el 16 de mayo de 1910, el prestigioso espacio urbano de aquella pequeña – pero pujante colonia – pasó a denominarse Plaza Independencia.
Los primeros registros señalan que en 1882 comenzó a construirse una iglesia en el asentamiento, y para 1886 la provincia había delimitado la traza definitiva para Sastre. También para esa época estaban delineados los lotes de la plaza central. Eran cuatro manzanas alambradas, llenas de matorrales, yuyos altos y con molinetes en los ingresos.
Con el tiempo se plantaron árboles de paraísos manteniendo una línea, a veces araban, sembraban alfalfa, y una parte de lo que recaudaban lo administraba la Comisión de Fomento. También atravesando el año 1903 aparecen las primeras farolas que iluminan por las noches el sector preferido de la joven colonia.
En el 31´, y cuando ya era denominada “Plaza Independencia”, se reconstituyó la ya establecida Comisión Pro Plaza (Creada en 1927). Con Santiago Falco designado Presidente de la misma, el 28 de octubre se aprueban los planos proyectados por Félix Porta (Director Proyectista de Paseos y Jardines de la Municipalidad de Santa Fe). Comenzaría así una modificación importante de lo que hoy es el paseo más importante de la ciudad. La terminación del nuevo y modificado lugar demandó ocho años, finalizando en 1936 – para el cincuentenario de la localidad – .
En el medio se eliminaron todas las arboledas, y hubo un arado total al perímetro dando forma a los nuevos canteros. Finalizada esa etapa, el rosarino Florindo Persegani se quedó con la licitación en agosto de 1932 para disponer los nuevos árboles y plantas ideales para esta región.
En una tercera etapa de esa renovación se procedió a la construcción de pérgolas (ya desaparecidas), columnas de iluminación para las entradas. Y en abril del 34´ se realizaría la construcción de ocho columnas-macetas ornamentales. Un tiempo más tarde llegaron dos pérgolas de cemento armado que le daría un toque distintivo al corazón del asentamiento. Pero todavía faltaba la obra más imponente de la ciudad – El Mástil – que el pasado 28 de marzo cumplió 83 años.
El clásico y característico monumento céntrico se inauguró en 1937, pero su construcción comenzó un año antes. En su momento llegó para remplazar al viejo mástil de madera, y terminó siendo una obra impactante para la época. La estructura llega a una altura de 27 metros, y en su vértice lleva una farola. Su diseño estuvo a cargo del ingeniero Antognazzi, y su construcción a cargo de Nicolás Zuliani. La particularidad de este monumento a la bandera es que al momento de la construcción, fue el primer tipo de mástil de cemento armado – Único en Latinoamérica al momento de su erección – .
Siguiendo la línea de novedades a los largo de la historia, fue en 1946 cuando el 1° de mayo se inauguró “Publicidad Independencia”, una propaladora oral que funcionó hasta pasado el centenario de la ciudad. El servicio fue creado en sus inicios por Florentino Bustos.
Llegando al año 1960, es habilitado otro espacio ícono de la plaza – la zona de juegos infantiles -. Y es en el mes de septiembre que los niños pueden disfrutar de ese entretenimiento en el sector noroeste de la misma. Un parque infantil, testigo de miles de historias, y siempre en la misma ubicación.
Es a partir de 1968 que los populares carnavales de la ciudad comienzan a celebrarse completamente en la plaza con sus corsos y bailes. También la ciudad es nombrada Capital Provincial, y logra mantener el título de cabecera departamental. Es en estos años que la plaza comienza a sufrir nuevas modificaciones.
La remodelación del principal paseo de la ciudad tuvo entre sus novedades la inauguración del “Torreón”, un novedoso juego infantil que trascendió fronteras, y aún hoy sigue vigente. El mismo recibió corte de cintas el 9 de julio de 1977, comenzó a embellecer la urbe, y todavía es una de las atracciones de la city.
Para el año 1979, y con Esteban Oddone al frente de la Comuna, se crea el – Paseo del Centenario -. De esta manera comienzan a concluir veredas, canteros, y también se construyen cuatro monumentos arquitectónicos que determinan la “Avenida de las Banderas”. Para el año 1980, la Comuna de Sastre da por finalizadas las obras de remodelación de Plaza Independencia, la que llevaron un total de 10 años para su implementación.
En reconocimiento al centenario de Sastre, de Este a Oeste es habilitada la peatonal denominada “Paseo del Centenario”, la misma recorre todo un camino en la que se pueden apreciar algunas obras, inclusive la del artista italiano Blas Gurrieri, que donó una escultura denominada “Placidez” (hoy removida y depositada frente al Liceo Olindo Strada). Hacia el Oeste, y cerrando el recorrido, está el monolito con el escudo oficial de la ciudad.
En los últimos años no ha sufrido grandes reformas, más allá de la creación de sanitarios o el cambio de alguna especia arbórea. Aunque mantiene la misma fisonomía, se modificaron algunos juegos a través del programa “Buenas prácticas” – Del Ministerio de Desarrollo Social de la provincia – y entre los últimos retoques, se modificó la iluminación con la tecnología Led de la mano del programa provincial “Vínculos”.
Como toda plaza principal, en los alrededores se erigen importantes edificios. Sus baldosas fueron testigos de reuniones, festejos, protestas, y en ellas se disfruta de carnaval todo el año. En un nuevo aniversario de su nombre – y al igual que las del resto del país – hoy también sin gente desde el inicio del aislamiento social decretado, la plaza de la ciudad espera recuperar su ritmo habitual. Una lucha contra la pandemia que únicamente juntos, aunque irónicamente separados, podremos vencer.
Bibliografía: Libro “Sastre, su historia de 100 años” tomo I y II (R. Doval Fermi) / Libro “Sastre y sus 100 años” (O. Oldani, E. Oldani, E. Banchio, J. Cagliero).
