Juicio popular por Florencia Gómez

Se realizará el 12 de abril en la ciudad de Rosario y estará organizado por el Partido Comunista y la Liga Argentina de los Derechos Humanos con el fin de exigirle al Estado respuestas por el femicidio de la militante feminista.

“El 12 de octubre de 2020 el femicidio de Flor nos partió la cabeza, literal. No hay forma de poner en palabras la inundación de cosas que sentimos y pensamos, la incertidumbre total, y luego… la amarga realidad al tratar con el poder judicial y la policía santafesina” expresa el documento compartido por el Partido Comunista, uno de los grupos organizadores de la jornada que se realizará entre las 16:30 y las 19:30 en Rosario, el lugar aún está por confirmar.

Con el objetivo de visibilizar el femicidio de su camarada y volver a poner en el tapete la falta de respuestas por parte del poder judicial sobre lo sucedido aquel día que Florencia salió a caminar a las 13:00 por un camino rural y le arrebataron la vida, la agrupación política en la que participó en conjunto con la Liga Argentina de los Derechos Humanos organizan este evento, que se estima tendrá un gran público.

Ayelén Beigbeder, otra militante del PC y organizadora, comentó que “es indignante que a más de dos años que violaron y asesinaron a Florencia el poder judicial no brindó ninguna respuesta. No sabemos ni siquiera qué preguntas se están haciendo, en el marco de la investigación, para esclarecer qué pasó ese 12 de octubre”. Con esto, la joven se refiere al rechazo por parte del juez de que el partido se constituya como querella. “Con esta acción lo que hace es rechazar realmente a un interlocutor que puede brindar más preguntas y aportar datos en torno a una investigación desde el perfil militante de Florencia, que se lo viene desconociendo”, agregó.

Su femicidio es político

“Elegir Rosario para hacer el juicio tiene que ver con la visibilización de la causa, para volver a hacerla masiva. Que los medios se puedan hacer parte y la gente otra vez vea el caso de Flor en los medios, no sólo a nivel provincial sino en todo el país. Sabemos que Rosario es una de las sedes de las principales políticas económicas de la provincia, entonces creemos que el caso está ligado a todos los negocios ilegales que se dan acá cuya puerta de entrada es el puerto”, explicó Aldana Folken, responsable de género por el Partido Comunista de la localidad de San Jorge.

Es que, para sus camaradas, el femicidio de Florencia no fue al azar sino que se relaciona con la militancia que ella llevaba adelante en el territorio, entendiendo que era responsable de género y que brindaba una mano solidaria para muchas mujeres que sufrían diversos tipos de violencia de género, desde física hasta sexual, liberando a muchas de la red de trata de personas. Como cuenta Folken, “ella era feminista, abolicionista y comunista, y como tal estaba muy cerca de las compañeras que sufrían situaciones de violencias en múltiples espacios y de múltiples formas. Por eso, creó redes y herramientas para ayudar a estas compañeras que no tenían formas de sustentarse o salir de situaciones donde sus vidas estaban en riesgo por no tener un trabajo y, por eso, caían en la prostitución, porque sabemos que es el primer camino que abre las puertas para llevar un plato de comida a la mesa. Flor estaba ahí para crear alternativas construyendo talleres de oficio, siendo un hombre y oído que pudiese ser útil, entiendo y acompañando estas situaciones y miserias”.

Por ello, los miembros del PC no tienen dudas de que el femicidio de Florencia está directamente relacionado con el narcotráfico y la red de prostitución ilegal. “En un pueblo tan chico como San Jorge, porque seguimos teniendo alma de pueblo, y entendiendo que históricamente esta ciudad está vinculada a la prostitución, redes de trata, prostitución y narcotráfico -que son una cadena y van de la mano- y entendiendo que Flor se oponía y organizaba su lucha sobre esto, buscando alternativas para que las compañeras que acudieran a ella pudieran salir, ella ponía en jaque a este sistema. Consideramos que el femicidio de Flor fue la forma de cobrarse todo lo que ella hacía en contra de estas redes”, prosiguió Folken.

Juicio ético-popular

“Un juicio popular es una teatralización de un juicio y tiene por objetivo dejar en evidencia la ausencia del estado hacia todas nosotras, y particularmente en el femicidio de flor. Todo el entramado político y mafioso que hay detrás”, explicó Beigbeder.

En él participarán figuras representativas de los Derechos Humanos, del feminismo, distintos profesionales que, no en su rol profesional, hacen una puesta en acto de evidencias y argumentos. Como dijo Beigbeder “Contamos con la participación de gente que siempre estará en la vida de flor y su familia. Vamos a llamar a médicos forense y distintos profesionales, copiando el formato de un juicio. Es una puesta de la sociedad y queremos hablarle a la gente, sobre todo a los rosarinos, que están muy atravesados por estos grupos mafiosos y están buscando respuestas y ningún poder se la dan. Queremos sumar voces que reclamen al poder judicial algo de justicia en los temas más dolorosos”.

“Quizás, este sea el único juicio que podamos presenciar y que ella pueda llegar a tener teniendo en cuenta su caso, los entramados que hay y las cosas no muy claras detrás”, expresó Folken y siguió “ella en su militancia ofrecía dignidad. No era sólo la responsable de género sino también la persona que preparaba la chocolatada en la plaza para los peques, que regalaba caramelos, que era un oído para quienes necesitaban contención. Hay un gran entramado que logró callarla, y creemos que puso su cuerpo, su vida y su lucha para que esto se termine”.

En este juicio, que sólo tendrá valor simbólico, se presentarán pruebas y testimonios de personas cercanas a Florencia que aportarán información que pueda servir a la investigación aunque, claro, no tenga un valor real en la causa que se lleva adelante. “Específicamente, vamos a hacer una acusación al Estado y la intención es que con la sentencia se pueda aportar a esclarecer este crimen y a la discusión de una reforma judicial feminista, porque lo que vemos es que se investiga de una manera que no corresponde, se hacen y niegan preguntas que no son las adecuadas. Una serie de cuestiones que vamos a tartar de aportar a la discusión”, comentó Beigbeder.

Por eso, para los grupos que están llevando adelante este juicio popular es importante que la convocatoria sea alta, invitando al pueblo y a las diversas organizaciones que formaron parte del pedido de justicia por Flor en estos dos años y cinco meses de su crimen.

Justicia por Flor

“Queremos darle a Flor un poco de lo que ella nos dejó, devolverle un poco de esta construcción que ella hizo en la comunidad. Para nosotres, construir justicia por ella es replicar lo que quería: igualdad plena en cada barrio, en cada casa, en cada lugar donde alguien le da una copa de leche a un niñe, donde una compañera ayuda a otra que sufre violencia. Y que muchas personas seamos hoy parte de este juicio es construir justicia por Flor, exigiéndole al Estado que de información precisa y clara que le están negando a su familia, hijas, amigos, camaradas. No olvidarnos de su forma de militancia, de los lugares que eligió, transitó y militó, de las personas que confió”, expresó Folken, quien compartió con la víctima su militancia en San Jorge durante muchos años, entablando una amistad.

Beigbeder también reflexionó sobre los sentimientos que la atraviesan en este momento, en plena organización del evento y pasado tanto tiempo del femicidio de su compañera. “Después de tanto tiempo sin flor la tristeza y la bronca son muy grandes. Ya hemos gritado, nos enojamos, tuvimos paciencia, estuvimos unidos, nos peleamos, hicimos cosas buenas, nos mandamos macanas. Es muy desesperante saber que es un camino que va a durar muchos años. Los problemas que Flor abordaba desde su militancia comunista, feminista y abolicionista son los grandes problemas que tenemos en el país: el hambre, la falta de oportunidades, el acceso tan sencillo a la droga, la prostitución y el crimen organizado y las dificultades que tenemos para plantear otros caminos de vida. Ella, con su sonrisa y humildad enormes, abrió caminos con talleres de oficio y seguro a más de una chica saco de las garras de la trata. El orgullo de haber sido su compañera es muy grande y la tristeza de no saber que pasó también”, culminó.

Fuente: El Impreso del Oeste