Mientras los trabajadores esperan una asistencia económica del Estado nacional para hacer frente a la crítica situación por la que atraviesan al no poder cobrar salarios atrasados, hoy el eje de atención del conflicto en la fábrica Vassalli estará centrado en una audiencia de mediación que intentará zanjar diferencias en la puja de intereses en torno al paquete accionario de la empresa.
El encuentro está previsto para las 10 en los Tribunales de Rosario y, de prosperar, tendrán que verse las caras los integrantes del grupo de concesionarios que maneja la emblemática firma de cosechadoras firmatenses desde hace dos y la hereda del fundador, Mariana Rossi Vassalli, quien le reclama la devolución de las acciones que le cedió, lo que ya genero una fuerte controversia entre las partes.
Así lo demuestra el intercambio de cartas documento que reflejan posturas que, al menos hasta ahora, parecen ser irreconciliables.
El representante legal de Rossi Vassalli, Miguel Carrara, fue cauto ayer sobre sus expectativas en relación a la reunión al sostener que «si bien pueden o no aceptar la convocatoria sería importante que se presenten porque demostrarían voluntad en encontrar soluciones».
El profesional indicó que en este marco «se podría llegar a un acuerdo útil para todos» y, en tal sentido, planteó como alternativas de acercamiento que los actuales accionistas «encuentren una forma de reactivar la empresa o den un paso al costado y dejen el camino libre para que venga otro inversor».
Asimismo indicó que «no pueden ignorar la posición de Mariana (Rossi Vassalli), que busca contribuir desde su lugar para que la empresa siga en pie», y aseguró que la intención no es «judicializar» el tema sino «encontrar una salida consensuada».
En esa línea, incluso indicó que Rossi Vassalli estaría dispuesta a dar marcha atrás con el pedido de devolución de las acciones si el grupo que está al frente de empresa «cancela la deuda que mantiene con los empleados y define un plan de trabajo sustentable en el tiempo». No obstante, aclaró que, de ocurrir eso, la mujer exigiría que «cumplan con el resto de los requisitos exigidos dentro del contrato de donación de las acciones». Ello significa, entre otros puntos, que Rossi Vassalli «deje ser avalista ante los bancos de las acciones de la fábrica».
Al margen de lo que pueda surgir en la audiencia de conciliación fijada para la fecha, el dato preliminar es que la misiva enviada por la heredera de Roque Vassalli a los integrantes del grupo de concesionarios para recuperar su paquete accionario sumó otro rechazo.
Tras conocerse la negativa de Gastón Aguirre, ayer trascendió la contestación del presidente del directorio, Néstor Girolami, quien calificó a la carta de «improcedente, falsa y malintencionada», y rechazó «cada uno» de sus términos. Negó que «el contrato de transferencia de acciones al que refiere (Rossi Vassalli) se encuentre vigente», y aseguró que fue «rescindido por acuerdo de las partes intervinientes».
Carrara salió al cruce al sostener que «el convenio que prima es el de orden privado que se firmó inicialmente y rige la relación entre las partes», además de aclarar que «de ser como esgrime Girolami, Mariana (Rossi Vassalli) hubiese cedido dos veces las mismas acciones, lo que es inconcebible».
Girolami también rechazó que «haya tenido el cargo de asumir la gestión de la sociedad y aportar los fondos necesarios para (la misma) y/o lograr la continuidad de la empresa y el pago de los salarios y deudas previsionales atrasadas». También negó «haber abandonado» y «tercerizado» la gestión en un «desconocido insolvente»; desmintió haber realizado «movimientos accionarios ilícitos y/o violatorios de acuerdo alguno que usted no haya aprobado», e instó a la empresaria a abstenerse a realizar «reclamos improcedentes».
Mientras tanto, los obreros de Vassalli, que mantienen tomada la planta desde hace casi un mes, también fijarán su mirada en la reunión prevista para mañana en Buenos Aires con representantes de los ministerios de Producción y de Agroindustria de la Nación donde se intentará definir un plan de salvataje de la empresa.
Fuente: La Capital
