Luego de que el pasado martes se anuncie la suspensión de la edición 2021 de la Capital Provincial del Carnaval – noticia que nadie quería escuchar y caló hondo en el sentimiento de la ciudadanía – uno de los encargados de llevar adelante las fiestas cariocas en Sastre, Federico Quiroga, aseguró que desde el Ejecutivo comienzan a pensar diferentes alternativas para que el aniversario 50 de la creación de Penambí Berá no pase por alto. Sería en el feriado de dicha fiestas – entre el sábado 13 y el martes 16 de febrero – aunque todo dependerá del comportamiento de la situación sanitaria actual. Desde la celebración limitada únicamente para gente de la ciudad, pasando por una recorrida de la comparsa por diferentes sectores de la localidad o una réplica a la Bajada, hasta el formato virtual como opción. Las cartas comienzan a barajarse sin perder de vista el contexto actual. «Pensamos muchas variables. No descartamos nada. Todo va a depender del avance de la pandemia», adelantó el funcionario del gobierno local en diálogo con Maldito Despertador – programa que se emite de lunes a viernes de 9 a 12 por Radio Cronos FM 107.1 -.
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Pasaron poco más de cuatro décadas ininterrumpidas de fiesta carioca en la Capital Provincial del Carnaval. La última vez que Sastre había atravesado un año sin los populares corsos fue en el 1980. Ahora, la pandemia obligó a poner un freno. En la antesala comenzaba a imaginarse una edición especial. Es que el 2021 es, ni más ni menos, que el aniversario 50 de la creación de Penambí Berá. Por eso desde el ente organizador no quieren que la conmemoración pase por alto. Y en el horizonte aparece el segundo mes del año como ilusión. «A lo mejor va a ser un festejo más limitado en el feriado de febrero sólo para gente de la ciudad. Otra opción es que la comparsa vaya por los diferentes barrios haciendo una recorrida. Quizás se podría hacer algo similar a la tradicional Bajada que le da la bienvenida a las celebraciones. La idea es hacer algo, de manera virtual o presencial. Pensamos muchas variables. No descartamos nada. Todo va a depender del avance de la situación actual», explicó Quiroga.
Desde el Área de Cultura del Municipio también mostraron expectativas respecto a la edición del año próximo. La secretaria de la cartera municipal, Anahí Gariglio, aclaró que los 50 años de Penambí Berá son dignos merecedores de un homenaje y la intención es no dejar pasar el momento. «Todas las alternativas e ideas que manejamos deben ser flexibles para ver hasta donde podemos celebrar el carnaval o adaptarlo», argumentó y agregó: «Nuestra fiesta tiene características propias. El carnaval sin gente pierde su espíritu, su sentido de ser».
Sin dudas que no fue una determinación fácil para tomar. Por eso se trató de dilatar hasta el final para intentar mantener la ilusión intacta y aguardar la llegada de una aprobación desde el gobierno provincial para realizar eventos públicos masivos. «Es una decisión que nos costó mucho tomar porque la estiramos lo máximo posible. Evaluamos varios puntos, nos comunicamos varias veces con Provincia, con el Área de Turismo y nos respondieron que no había nada hasta el momento y creían que iba a continuar así porque se trata de aglomeración de personas. Y eso se intenta evitar. Además la situación sanitaria fue empeorando en la región».
A lo largo del año la organización ya venía arrastrando inconvenientes. Desde la logística para conseguir materiales para el confeccionado de los trajes para pasistas y músicos – se avanzaba al paso que el contexto lo permitía – hasta la contratación de espectáculos. «Entre septiembre y octubre siempre tomamos contacto con los representantes de artistas. Pero este año no tienen agenda, no hay números. No tienen idea de precios. Todos hablaban de supuestos porque no hay nada confirmado. Entonces llegamos a un momento donde debemos cerrar muchas cosas para llegar en tiempo y forma a los carnavales. Se nos hizo muy complicado», indicó Quiroga.
La edición tenía la alegoría y hasta los diseños de los trajes. Desde la organización no quisieron adelantar detalles y explicaron que a lo largo del 2020 estuvieron trabajando y así continuarán el año próximos para la futura edición. «Al momento se habían confirmado cuatro noches. El taller de Penambí ya estaba trabajando. Existían más de 400 integrantes, entre pasistas y músicos, anotados. Pero quienes se encargan de la comparsa presentaban muchas complejidades en el avance. Este año no podían viajar a comprar elementos y había que pedir todo a la distancia. Se encontraban con que cuando llegaban no era lo que se creía», explicaron desde Cultura.
El dolor de Penambí
A su vez, el director de la comparsa Penambí Berá, Santiago Iussa, no escondió el dolor al hacerse eco de la noticia. Y si bien dejó en claro que la decisión era esperable y de a poco la comunidad se iba concientizando de la hipotética chance de una suspensión, sostuvo que ante el arraigo de la población a la fiesta es imposible no atravesar un momento angustiante. “Me dolió un montón como a todo el mundo. Es verdad que no estaban dados los protocolos para que se lleven a cabo. Hoy no se pueden hacer los corsos, hay que ser realista. Pero eso no me impide sentir una gran tristeza. Son días negros para todos. A pesar que nos veníamos haciendo la idea que esto podía suceder, cuando llega el cachetazo duele igual. Había mucha expectativa. Desde la última edición nos estábamos preparando para los 50 años”.
